miércoles, 9 de marzo de 2011

Formas

Creo que fue en segundo año de la secundaria (unos mil años atrás) tuve un profesor de una materia que se llamaba "Formación Moral y Cívica". No recuerdo su nombre, ni tampoco importa, pero sí me acuerdo que siempre nos decía que hacía mucho tiempo ya que todas las historias habían sido contadas. Que después de Shakespeare ya casi no quedaban nuevas cosas por decir, y que todos los relatos eran un refrito de anteriores dando la vuelta sobre temas parecidos, pero nada nuevo. Que lo importante en el relato es la forma en que se dice.
Al principio suena al menos como una afirmación algo temeraria, pero si uno se pone a pensar en todas las películas, libros, etc, que pasaron por su vida, notará que no serán más de cien (?), mil (?), descripciones que se repiten a lo largo de los relatos. Encuentros, desencuentros, asesinatos, peleas, amor, odio, intrigas, sorpresas, suspenso, sarcasmo, inocencia, violencia, y continúe cada uno con su propia lista. Lo que le da singularidad al relato entonces no es la historia en sí sino el modo como está contada.
El modo como se cuenta es mucho más importante que lo que se cuenta. Picasso pudo pintar una maceta y lograr estremecer a miles, mientras que un pintor sin talento puede pintar cientos de flores de colores sin moverte un pelo. De la misma manera, una buena idea mal expresada no la compra nadie, o una buena película no se disfruta con un mal sonido o un mal montaje.
La forma de expresar es TODO.
Hay individuos que nacen con ese don, y otros tenemos que hacer lo imposible por desarrollarlo.
Era sólo una idea.
Ojalá pudiera encontrar una mejor forma de expresarla.